Cancamusa: El Ascenso de una artista, de la batería a la voz
Dime qué pasó antes de incendiarnos lento
Texto y entrevista: pabnavarrete
Con el paso de los años y de los artistas y bandas que han pisado nuestro país, la música chilena se ha ido posicionando como una de las favoritas del público mexicano. Y como muestra, solo podemos mencionar nombres como Mon Laferte, Javiera Mena, Los Bunkers, Gepe, Dënver, entre muchos otros. La lista es larga y la calidad también.
Pero hay un nombre que en los últimos meses se escucha con más fuerza, y estamos hablando de Cancamusa, el proyecto solista de Natalia «Natti» Pérez, una talentosa música, baterista, compositora y cantante, que ya cuenta con un largo camino recorrido, ya que comenzó en la música desde muy pequeña.
“En mi casa siempre hubo un amor por la música, una apreciación musical. También había mucho estímulo visual. Mi abuela siempre bordaba. Había un cuarto de fotografía para revelar, mi abuelo tocaba el acordeón, tenía teclados, escuchaba vinilos. Había mucha música y mucho arte en casa. Entonces, como que no había otro camino, siento que para mí. Estudié en un colegio artístico también. Siempre fue lo único que hice y lo único en lo que pensé”, nos compartió Natti en entrevista para Hipérbole.
Seguir los sueños y trabajar por ellos es un camino duro, que solo se logra con mucho esfuerzo y, en algunas ocasiones, con sacrificios. Alejarte de la familia, amigos o lo que llames hogar son costos elevados que hay que pagar, pero las recompensas llegan en el momento perfecto.
“Siempre digo que para las personas de Chile desarrollar una carrera artística es muy difícil porque es un país que está muy lejos de todo. Además, es un doble desafío para las personas de regiones, como las del sur o del norte. Representa un gran desafío dejar la casa, la familia y tomar un rumbo muy personal en la búsqueda que tenemos todos. Siento que para eso tiene que existir una pasión muy grande. En mi caso, fue la música lo que me hizo irme de casa muy joven, a buscar mi propia vida, mi propio camino, mis experiencias. Fue un desafío personal muy, muy importante”.
La trayectoria musical de Cancamusa ha sido una muestra de que el talento habla por sí solo, y no es para tanto. En 10 años, ha pisado escenarios en distintas partes del mundo y en su natal Chile como baterista de músicos y agrupaciones de la talla de Joe Vasconcellos, Amanitas (de la cual también se desempeñó como cantante y compositora), Mon Laferte, Javiera Mena, y hace poco se integró como baterista de Los Bunkers, lo que la llevó a pisar nuevamente el escenario del Festival Viña del Mar.
“Yo estoy muy impresionada porque la vida da muchas vueltas y te lleva a caminos que uno nunca imaginó. Todas las cosas que han pasado este año, yo nunca las pensé. Todo eso ha traído a mi vida un cambio radical. Todas las carreras son distintas, y la mía tiene esa particularidad. Las de otros tienen otra, y es parte de mi esencia. La batería es un instrumento que nunca voy a dejar y que estoy incorporando cada vez más a mi música. Al final, ha sido un camino muy genuino, en donde no solo yo he ido mostrando lo que hago hacia afuera, sino que también me he ido descubriendo como música, como solista, como cantante. Es distinto”, nos comparte.
Pero entre cientos de escenarios, giras, viajes, hoteles y países que Natti ha pisado, había algo que no se alejaba de su mente: tener su proyecto como solista. Así que, entre los pocos descansos en autobuses, aviones, hoteles y giras, empezaba a estructurar canciones, pensamientos y acordes para darle vida a sus ideas. De alguna forma, a través de su música, quería externar todo lo que sentía y vivía, lo que dio como resultado su primera producción: Cisne – Lado Negro, lanzado en medio de la pandemia, un disco con tintes electrónicos y experimentales. Posteriormente, vino su segunda producción, Amor Minimal, que la llevó a ganar el “Premio Pulsar” como “Mejor artista Pop”.
“Mi sueño siempre fue ser baterista. Después descubrí que podía hacer canciones y la creación es lo que hoy más me llena. Entonces, poco a poco, he ido descubriéndome. Mi primer disco siento que fue algo que hice como una necesidad muy cómoda del inconsciente. Fue un disco que ni siquiera imaginé para salir a cantar en vivo. Fue algo que hice de forma muy espontánea. A diferencia de mi segundo disco, en el que yo me dije: ‘Ok, ¿quiero ser solista? Sí. Entonces necesito conectarme con mi lado de cantautora, que es algo que no había hecho, no había desarrollado. Y quiero pararme frente a un escenario solita con la guitarra, ser capaz de cantar una canción, conectarme con la gente y aprender a hacer eso’”, agregó.
Y a pesar de estar de gira con Los Bunkers, Cancamusa ha presentado cuatro sencillos como adelanto de su próxima producción: “Te conocí”, “Check”, “Fue un adiós” y “Antes de que apague el sol”, disco que podremos escuchar completo el próximo año y en el que ha trabajado con el reconocido productor Julián Bernal.
“Mi tiempo libre es poco y siempre lo he ocupado para mi proyecto solista. En general, mi cabeza piensa la mayoría del tiempo en mis ideas creativas, que son las que me hacen despertar en la mañana. Lo que me mueve, lo que siento, es súper bonito tener un proyecto personal que te haga levantarte. Quiero hacer el mejor disco que pueda hacer en este tiempo. Ha llegado más gente a escuchar mi música, entonces quiero regalarles el mejor disco que pueda hacer ahora”, concluyó.