Gastronomía

OBNI: la cervecería de Coyoacán que propone un nuevo brindis navideño

 

Cuando una bebida cuenta la historia de quienes la crean

 

El fin de año siempre trae una búsqueda silenciosa: elegir aquello que acompañará los encuentros que importan. En una ciudad donde las historias se escriben entre banquetas, aromas y bares pequeños que se vuelven hogar, OBNI aparece como un recordatorio de que lo hecho aquí también puede llevarnos lejos. Su propuesta decembrina está pensada para quienes desean descubrir bebidas creadas con intención, técnica y personalidad propia.

Creada en Coyoacán por tres mentes formadas entre laboratorios y planos —Luis Enrique, Josué García y Aldo Curiel—, la cervecería surgió con la idea de capturar un instante eléctrico: ese preludio donde la creatividad desborda y los sabores toman rumbos inesperados. Desde 2022 han convertido ese impulso en un catálogo que celebra el ingenio local sin filtros ni solemnidades.

El portafolio de OBNI reúne estilos que han ganado cariño entre la comunidad cervecera capitalina: Vienna Vida, Doble IPA, NEIPA, Cold IPA, Porter e Imperial Stout. A ellas se suman las hidromieles Oso Mieloso en cuatro versiones —Natural, Maracuyá, Mora Azul y Frutos Rojos—, una alternativa suave que sorprende por su carácter dulce y su versatilidad. Todas comparten algo en común: ingredientes que nacen en México y manos que apuestan por procesos cuidadosos.

La malta proviene de Maltería La Nacional, un proyecto que da impulso al trabajo agrícola del país. La miel, elemento central en las hidromieles, llega desde Mamá Colmena, cooperativa de Milpa Alta con prácticas comunitarias y trazabilidad directa. Esta cadena de producción convierte cada botella en un producto que sostiene economías locales y que preserva saberes que suelen quedar fuera de la narrativa industrial.

Quienes deseen probar estas creaciones pueden encontrarlas en múltiples espacios de la CDMX —desde tap rooms hasta bares especializados— que han incorporado el sello OBNI en su oferta. También existe un punto de encuentro imprescindible: Beertlan, el tap room oficial de la cervecería. El lugar funciona como un pequeño laboratorio público donde se sirven todas las cervezas e hidromieles, además de ediciones especiales que rotan a lo largo del año.

Fotografía: Cortesía

En Beertlan, la experiencia se extiende hacia la mesa. La carta incluye costillas de un kilo, alitas, hamburguesas, hot dogs y botanas que acompañan cada pinta sin pretensión. La cocina mantiene un gesto casero que se siente honesto, y de vez en cuando incorpora platillos estacionales que conectan con la memoria gastronómica del país.

La invitación de OBNI para diciembre es sencilla y directa: elegir bebidas creadas en la ciudad, elaboradas por productores nacionales que trabajan con dedicación y experimentación constante. Ya sea desde un bar, un tap room o una compra en línea, su propuesta reúne sabores intensos, hidromieles suaves y una amplia gama de estilos pensados para quienes desean algo distinto durante las celebraciones.

@cerveceriaobni | @beertlan